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Ermita de San Bartolomé

La ermita de San Bartolomé, en el bello paraje del Parque Natural del Cañón del Río Lobos, es sin duda uno de los puntales turísticos de Soria y de Castilla y León. 

Sus orígenes se remontan a la encomienda templaria de San Juan del Otero, pero no hay documentación fidedigna que sitúe aquí tal encomienda, y sí en la población soriana de Matute de la Sierra y su cerro de San Juan. Su nombre actual de San Bartolomé se identifica con la Comunidad de San Bartolomé que componen los términos de Herrera de Soria, Ucero y Nafría de Ucero. 

Asentado sobre un peñasco de roca natural, se alza este templo del siglo XIII construido en sillería caliza, orientada al este, hacia el río y en ligero descenso. De planta de cruz latina, con ábside semicircular, nave única y crucero. Adosada a la iglesia, en su parte norte, se puede ver la sacristía del siglo XIX. La ermita apenas presenta alteraciones con respecto a sus formas originales y prácticamente ninguna restauración destacable, lo que permite la contemplación de este edificio en su pureza primitiva. 


Sin duda, el paseo hasta la ermita habrá merecido la pena, cuando ante tus ojos la ves esculpida entre las rocas y rodeada de naturaleza. 

Vamos con detalle a descubrir la preciosa ermita de San Bartolomé.

La portada destaca en el muro meridional con un arco apuntado formado por seis arquivoltas decoradas austeramente con motivos vegetales y molduras geométricas, arcos que se sustentan en pequeñas columnas y pilastras, que dan al conjunto un bello aspecto. La arquivolta superior queda enmarcada por una fila horizontal de canecillos. Este tejaroz consta de cornisa aristada, de amplia moldura cónica y sostenida por una decena de canecillos. Entre otras figuras hallamos un hombre con tonel, un gaitero con instrumento, dos danzantes y una cabeza tonsurada. 





En los hastiales de las capillas encontramos sendos óculos, estupendos ejemplos de celosías románicas, esculpidas en una sola pieza de piedra, alarde técnico de extraordinaria belleza. 


Al entrar en la ermita destaca la perfecta sincronización con sus formas exteriores. La nave central consta de tres tramos cubiertos con bóveda de cañón apuntado. En el tercer tramo se abren las capillas laterales, que forman el crucero, a través de arcos apuntados apoyados sobre enormes ménsulas. 


En el interior, ambas capillas constan de bóveda de cañón apuntado, perpendicular al eje de la nave y en el muro correspondiente al hastial presentan un arcosolio utilizado como enterramiento.


Capilla del Santo Cristo. En el lado sur se encuentra la capilla que está presidida por el retablo del Santo Cristo, talla barroca del siglo XVII. Por desgracia, estaba en restauración.


Capilla Mayor. El ábside de la capilla mayor tiene bóveda de ojivas góticas, con dos nervios que descansan sobre ménsulas con decoración vegetal. En el centro preside la iglesia un retablo barroco del siglo XVIII con la imagen de San Bartolomé en la hornacina central. 



Capilla de la Virgen de la Salud. En la capilla correspondiente al lado norte se encuentra el retablo de la Virgen de la Salud, obra barroca del siglo XVIII.

     

Coro. En el muro de los pies, los sillares se apoyan sobre la roca natural, que ni siquiera ha sido recortada para darle verticalidad. Aquí está situado un moderno coro de madera, y algunos rastros en el muro delatan otra estructura de madera anterior, contemporánea a la fábrica del templo, para cuyo acceso se utilizaba la estrecha puerta que se abre en el hastial.



Estilísticamente, esta ermita es una construcción románica de transición al gótico, con una clara influencia cisterciense, visible en sus pesados muros. El aspecto exterior es genuinamente románico, con algunos elementos protogóticos y detalles ornamentales de inspiración cisterciense en la portada y en algunos canecillos de las cornisas. Este estilo de transición que se inicia en Castilla entre los años 1170 y 1225, coincidiendo con la expansión cisterciense, se consolida en Soria hacia 1232 con la construcción de la Catedral de El Burgo de Osma y esta ermita de San Bartolomé en el Cañón del río Lobos que está considerada como uno de los edificios medievales sorianos más representativos. 

A destacar en su interior los capiteles de las columnas con adornos vegetales preferentemente. 




Incluso cerca del altar pudimos restos de policromía. 

     

Os dejo alguna foto más de la ermita sobre todo del exterior y os invito a acercaros por la misma y aprovechar el día para descubrir uno de los rincones naturales más impresionantes de España. 




El acceso a la ermita es de tan solo un euros, así que no dudéis en pasar a su interior y disfrutar del románico en todo su esplendor. 

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